“LLevar un paso sin protección me dejo dolorido durante 3 días”
(Blogs El Correo 27-04-09)
Javier Diago Elorduy empezó en la Hermandad Penitencial de Begoña a través de un amigo en el año 1995. Primero fue cofrade de a pie y en la actualidad es el Hermano Emérito de dicha Hermandad y lo compagina con su trabajo de abogado.
¿Qué significa para usted la Semana Santa?
La Semana Santa es la vivencia como cristiano de lo que son los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Entonces, cuando voy a ver una procesión, lo que hago como espectador es meditar sobre los pasos y sobre lo que significan esos misterios. Pero cuando uno está dentro de una procesión, lo hace para prestar un servicio al público, con esa mezcla que el paso representa, más la música, los adornos florales, crean una atmósfera de meditación y adoración. Todo esto en la medida que el resto de las cosas lo permitan porque tienes que estar atento para que todo salga bien.
Esta Semana Santa es especial porque se ha recuperado la tradición del perdón, ¿cómo ha sido el proceso?
Al principio, había varias cofradías que tenían entre sus objetivos la reinserción social de personas que habían sido condenadas. La Hermandad de Begoña en el año 1964 fue el último año en que eso pudo ser posible pero cuando nuestra cofradía se reactivó en 1985, tratamos de retomar las cosas. En el 2001, se empezaron a mandar escritos y ya se había intentado verbalmente a través de contactos para ver cómo se podía hacer. En ese sentido, ha supuesto la recuperación de la tradición del perdón después de 45 años.
¿Cuál ha sido su mejor y peor momento dentro de la Hermandad de Begoña?
Siempre que estás en un grupo surgen roces inevitables. Lógicamente te llevas algún disgusto pero luego lo solucionas. Son momentos de tensión, que estás preparando algo antes de la procesión, que faltan cosas…pero momentos malos no sabría señalar ninguno concreto. Y momentos buenos son muchos, las conversaciones agradables con la gente bien sea antes de la procesión o en las cenas que tenemos. También hay anécdotas divertidas durante las procesiones como cuando ves a alguien con un capirote que se empieza a mover, es que se está muriendo de risa por algo que está viendo.
¿Tiene experiencia como cargador?
Sí, la última vez fue antes de Semana Santa, cuando llevamos el Cristo de la Humildad hasta la Residencia de los Jesuitas. Entonces, si no hay nadie, tengo que arrimar el hombro y me tocó hacerlo en esta ocasión. También otra vez lo pasé bastante mal cuando subimos la imagen peregrina de la Virgen de Begoña hasta Begoña. Me apetecía llevarla a hombros y la verdad es que el dolor me duró tres días. Aprendí dos cosas: que aunque vayas de traje, tienes que llevar una faja de manera que te proteja los riñones y que conviene tener un tipo de protección adicional en el hombro y hacer pesas.
¿En qué se distinguen las procesiones de Bilbao de las del sur de España?
Lo normal es que en Andalucía una cofradía salga sólo un día y la procesión dure entre 8 y 15 horas. Por eso, si ese día les llueve acaban llorando porque llevan todo el año preparando la procesión. En cambio, aquí las procesiones duran unas 3 horas y si nos llueve tres días, nos quedan otros seis para salir. Además, allí tienen una artesanía dedicada a la Semana Santa muy asentada. Tú entras en un taller de orfebrería y te quedas con la boca abierta. Aquí no es normal que tengas una casa de Hermandad abierta todo el año y además ha habido dientes de sierra a lo largo de la historia ya que en algunos momentos no ha habido procesiones.
¿Hay alguna procesión de España que le haya gustado especialmente?
Sí, en Murcia sacan probablemente los mejores pasos de toda la península, los Salzillos. Son verdaderamente espectaculares con una perfección y belleza increíbles. Los cofrades van con capirote, pero están descubiertos y van repartiendo caramelos y esto lo hace la procesión de más calidad artística de las que hay en la calle. Nosotros que estamos acostumbrados a las de Bilbao con la idea del anonimato, pues nos choca que ellos vayan a cara descubierta.
¿Alguna vez ha formulado una promesa durante las procesiones?
Pues no especialmente. No suele ser tanto pedir sino meditar. Sinceramente, como cristiano creo que el mensaje de Jesús es central en el sentido de que no conozco forma de vida mejor. El día que alguien me diga que hay otra forma de vivir mejor, que sea desde el amor y echando una mano a los demás, entonces, me empezaré a plantear cosas. Mientras tanto, seguiré por esta línea. No es tanto si consigo o no lo que pido sino que no se me ocurre forma de vida mejor y es lo que trato de transmitir a través de poner en las calles la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
¿Cómo convencería a la gente que no le gustan las procesiones para que las viera?
Si me voy a un país de Extremo Oriente y hay una procesión sintoísta, me voy de cabeza porque es interesante desde el punto de vista cultural y te permite aprender cosas de esa religión. Del mismo modo, que me valdría una procesión sintoísta, creo que a una persona abierta hacia lo que hay en el mundo debería verla e informarse de más aspectos. Hay casos muy famosos de conversiones, en Francia suele ser muy habitual que alguien entre en una iglesia casi para hacerse burla y de repente le pega un flash. Como aquí nunca sabemos cuando va a saltar la liebre, por eso, la ponemos en la calle.
No habia vuelto a leer tu sitio web por un tiempo, porque me pareció que era pesado, pero los últimos articulos son de buena calidad, así que supongo que voy a añadirte a mi lista de blogs cotidiana. Te lo mereces amigo.
Saludos