Rebajas de perfil bajo
Contención y rebajas pueden parecer, a priori, una pareja insólita. Sin embargo, la crisis ha hecho que este año vayan de la mano, como unos novios obligados por las circunstancias a permanecer bien avenidos. El inicio de las liquidaciones -los escaparates de los comercios bilbaínos llevan ya doce días cubiertos de carteles que anuncian llamativos descuentos- no ha estado marcado por el frenesí de otros años. Los consumidores han decidido controlar sus gastos y no cometer desmanes. Lo mismo que los comerciantes que, temerosos de sufrir un batacazo, también son un ejemplo de mesura: no han querido tirar la casa por la ventana y se han hecho con menos género que en otras ocasiones, según coinciden en afirmar varios profesionales del sector comercial.
El gasto medio que hará cada ciudadano será de unos 80 euros, frente a los 90 ó 100 de años anteriores
Aunque sólo han pasado doce días desde que arrancó la temporada y los comerciantes son reacios a abandonar la comodidad de las valoraciones poco arriesgadas, ya hay algunos profesionales del sector que prefieren poner un toque optimista. Sin alardes, pero con espíritu positivo: «Las rebajas van mejor de lo que se esperaba», sentencia Jon Aldaiturriaga, gerente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo.
Javier López, presidente de Bilbao Dendak, también ha visto en el inicio de las liquidaciones una pequeña luz al final del túnel. Según explica, aunque los comercios llevan «un año y pico bajando sus ventas», durante las rebajas se están manteniendo «en niveles parecidos al año pasado». Y eso son, inequívocamente, «buenas noticias» en los tiempos que corren. Según López, «lo más relevante» es que empezaron «decentes» y que no se vaticina una «brusca caída ni un pico con un desplome posterior». Vamos, que no esperan grandes alegrías, pero tampoco catástrofes. Además, se ha tomado esta campaña de descuentos como una auténtica carrera de fondo: «No nos interesa hacer un récord los primeros días y luego quedarnos mirando».
El pantalón gris
Así que ha puesto toda su confianza en el consumo sostenido y en las compras ‘reflexivas’. Según detalla, el gasto planificado «se ha agudizado en estos tiempos de recesión y la gente lo que busca es hacerse con más fondo de armario, como el clásico pantalón gris». De este modo, queda poco margen para los desmadres y las adquisiciones compulsivas que otros años se traducían en buenos resultados para el sector.
Los que más beneficios han obtenido -una palabra casi tabú para los comerciantes este año- son los profesionales de la margen izquierda. Según José Ramón Martínez, presidente de la Federación de Comerciantes Ezkerraldenda, «la primera semana de rebajas fue un poquitín mejor que el año pasado, con unas ventas entre un 3 y un 5% superiores. Sobre todo, el segundo día, que fue el más favorable», recalca. Además, mira los festivos del calendario y su ánimo se reaviva aún más. Aventura que esta semana habrá días propicios para las ventas, ya que Barakaldo y Santurtzi celebran las fiestas de El Carmen, «que atraerán a más visitantes y posibles compradores». Y, a finales de mes, en fechas cercanas al día de San Ignacio, también esperan facturar con alegría. «Son fechas de venta buena porque la gente se equipa para irse de vacaciones y coinciden con las segundas rebajas», indica.
También quiere romper la ‘maldición’ de la crisis Sheila Llarena, dependienta de la tienda deportiva Sakarri, situada en Bilbao. «Las ventas han aumentado en estos últimos días», subraya. Aunque nada que ver con los descuentos de enero, con los que los comercios vizcaínos hicieron más caja. Así lo explica el dependiente de un comercio de moda de gama alta en la capital vizcaína: «Las ventas siguen como siempre, aunque sí que es cierto que en las rebajas de invierno se hace más caja. En verano con sólo una camiseta y un pantalón ya te vistes… Por eso tampoco tenemos aglomeraciones».