Rebajas de perfil bajo

Los Picapiedra en las rebajas

(EL CORREO 12-07-09 Agurtzane Salazar y Edurne Valdivielso )
Ni los comerciantes han tirado la casa por la ventana ni los clientes han ido en masa a comprar. La campaña de liquidaciones está muy lejos de los excesos de otros años

Contención y rebajas pueden parecer, a priori, una pareja insólita. Sin embargo, la crisis ha hecho que este año vayan de la mano, como unos novios obligados por las circunstancias a permanecer bien avenidos. El inicio de las liquidaciones -los escaparates de los comercios bilbaínos llevan ya doce días cubiertos de carteles que anuncian llamativos descuentos- no ha estado marcado por el frenesí de otros años. Los consumidores han decidido controlar sus gastos y no cometer desmanes. Lo mismo que los comerciantes que, temerosos de sufrir un batacazo, también son un ejemplo de mesura: no han querido tirar la casa por la ventana y se han hecho con menos género que en otras ocasiones, según coinciden en afirmar varios profesionales del sector comercial.

Así, estas rebajas podrían definirse como las menos locas de los últimos años: empezaron con moderación y continúan sin salirse de ese territorio seguro. «Lo que está claro es que este año las rebajas están más flojas», resume José Luis Segura, responsable de la Organización de Consumidores y Usuarios Vascos. Incluso van «un poquito por debajo que otros años», manifiesta Julián Ruiz, secretario general del Consejo Empresarial del Comercio Vizcaíno (Cecobi). De hecho, el gasto medio que hará cada ciudadano será de «unos 80 euros, frente a los 90 ó 100 de años anteriores», estima Jorge Aio, gerente de la agrupación de comerciantes Bilbao Centro. Agustina Laguna, presidenta de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI), coincide con estas previsiones. El desembolso bajará «cerca de un 5,5%».
El gasto medio que hará cada ciudadano será de unos 80 euros, frente a los 90 ó 100 de años anteriores
«Pero todos los sectores viven estos malos tiempos», se consuela Aio, quien califica el inicio de las rebajas con un tímido «bien». Una nota que se sostiene con la ayuda del verano cantábrico y sus días nublados que alejan a la gente de la playa y le animan a ir de compras: «Cuando hace malo, la cosa va mejor», asegura.
Menos pendientes de los vaivenes meteorológicos -y económicos- están los comercios de lujo. Ellos no pasan ni frío ni calor: «En teoría, son los menos tocados por la crisis, porque aunque no vendan tanto mantienen el volumen del negocio», confirma Aio. Junto a los establecimientos más exclusivos, las tiendas de ropa, calzado y complementos «son siempre las que más venden y más rápido, porque los artículos de hogar, por ejemplo, se venderán mejor más tarde», recuerda José Carlos Ramos, relaciones públicas de El Corte Inglés, uno de los puntos de referencia de las rebajas bilbaínas.

Aunque sólo han pasado doce días desde que arrancó la temporada y los comerciantes son reacios a abandonar la comodidad de las valoraciones poco arriesgadas, ya hay algunos profesionales del sector que prefieren poner un toque optimista. Sin alardes, pero con espíritu positivo: «Las rebajas van mejor de lo que se esperaba», sentencia Jon Aldaiturriaga, gerente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo.

Javier López, presidente de Bilbao Dendak, también ha visto en el inicio de las liquidaciones una pequeña luz al final del túnel. Según explica, aunque los comercios llevan «un año y pico bajando sus ventas», durante las rebajas se están manteniendo «en niveles parecidos al año pasado». Y eso son, inequívocamente, «buenas noticias» en los tiempos que corren. Según López, «lo más relevante» es que empezaron «decentes» y que no se vaticina una «brusca caída ni un pico con un desplome posterior». Vamos, que no esperan grandes alegrías, pero tampoco catástrofes. Además, se ha tomado esta campaña de descuentos como una auténtica carrera de fondo: «No nos interesa hacer un récord los primeros días y luego quedarnos mirando».

El pantalón gris

Así que ha puesto toda su confianza en el consumo sostenido y en las compras ‘reflexivas’. Según detalla, el gasto planificado «se ha agudizado en estos tiempos de recesión y la gente lo que busca es hacerse con más fondo de armario, como el clásico pantalón gris». De este modo, queda poco margen para los desmadres y las adquisiciones compulsivas que otros años se traducían en buenos resultados para el sector.

Los que más beneficios han obtenido -una palabra casi tabú para los comerciantes este año- son los profesionales de la margen izquierda. Según José Ramón Martínez, presidente de la Federación de Comerciantes Ezkerraldenda, «la primera semana de rebajas fue un poquitín mejor que el año pasado, con unas ventas entre un 3 y un 5% superiores. Sobre todo, el segundo día, que fue el más favorable», recalca. Además, mira los festivos del calendario y su ánimo se reaviva aún más. Aventura que esta semana habrá días propicios para las ventas, ya que Barakaldo y Santurtzi celebran las fiestas de El Carmen, «que atraerán a más visitantes y posibles compradores». Y, a finales de mes, en fechas cercanas al día de San Ignacio, también esperan facturar con alegría. «Son fechas de venta buena porque la gente se equipa para irse de vacaciones y coinciden con las segundas rebajas», indica.

También quiere romper la ‘maldición’ de la crisis Sheila Llarena, dependienta de la tienda deportiva Sakarri, situada en Bilbao. «Las ventas han aumentado en estos últimos días», subraya. Aunque nada que ver con los descuentos de enero, con los que los comercios vizcaínos hicieron más caja. Así lo explica el dependiente de un comercio de moda de gama alta en la capital vizcaína: «Las ventas siguen como siempre, aunque sí que es cierto que en las rebajas de invierno se hace más caja. En verano con sólo una camiseta y un pantalón ya te vistes… Por eso tampoco tenemos aglomeraciones».

Deja un Comentario

Archivos