Bustamante: “Es emocionante ver que la gente de mi tierra me quiere”
(Blogs El Correo 19-11-09)
El pasado fin de semana me apetecía salir fuera de Bilbao y qué mejor lugar para desconectar que el maravilloso paisaje de los Picos de Europa. Así que me fui con unos amigos a las Fiestas del Orujo en Potes, que este año han cumplido las 18 ediciones. En esta ocasión, el Orujero Mayor fue el cantante barquereño David Bustamante que se desplazó desde Miami para pasar el día con los lebaniegos. Como era de esperar, estuvo aclamado por cientos de fans que gritaban su nombre sin cesar y arropado por el cariño de sus paisanos.
“Gracias a todos los paisanos y a los que no lo son. Ha sido emocionante el día de hoy. Ver que la gente de mi tierra me quiere”, afirmó Bustamante. Y es que recordó que de pequeño solía ir con los amigos a la sala de juegos de la localidad y también iba al pabellón a jugar al fútbol. Además, a todo el público le dedicó una canción que le cantaba su abuelo de pequeño. “¡Los cántabros sois la ostia!”, manifestó.
En el pregón estuvieron también presentes Francisco López Marcano, Consejero de Cultura y Javier Gómez, alcalde de la localidad, que le dedicaron unas palabras al querido artista. Marcano le hizo entrega a Bustamante de una alquitara de oro que se la colocó en la chaqueta y definió al artista como “la mejor oficina de turismo ambulante que hay en la tierra ya que se la va Cantabria por la boca”. Por su parte, el alcalde señaló que la fiesta se lleva celebrando desde 1984 con el fin de que no se pierda la tradición del orujo.
Después, el cantante fue el encargado de encender la tradicional alquitara de oro que da comienzo a la fiesta y de pasearse por los variados stands de las empresas orujeras de la comarca. La gente pudo degustar un chupito de crema de orujo por tan sólo 25 céntimos lo que provocó largas colas de personas ansiosas que no querían perderse este licor. Además, en la fiesta participaron las cofradías gastronómicas y grupos musicales como la Década Prodigiosa que animaron a los numerosos turistas.
El origen de la preparación del orujo en Liébana procede de la Edad Media ya que lo usaban como moneda de cambio para transacciones comerciales y como especie para el pago de tributos. El orujo se elabora a partir de los hollejos, raspones y pepitas que restan tras el pisado de las uvas con las que se consigue el mosto y luego el vino. La destilación se realiza con una alquitara de cobre, un recipiente de origen árabe que tiene tres partes: una caldera, un capotillo y una copa. El resultado es el lento manar de un aguardiente de orujo con un 52% de alcohol, que lo recoge el artesano con paciencia.