“Siento un cosquilleo cuando salgo a la pasarela”
(Blogs El Correo 30-09-09)
Berdaitz Fernández, bilbaíno de 27 años, fue animado por su familia para presentarse al Concurso de Mister Bizkaia. Y es que le encantaría convertirse en un modelo profesional pero sabe que esto no es lo más importante. Por eso, se decidió a estudiar Arquitectura Técnica. “Sólo me falta presentar el proyecto para acabar la carrera y mientras tanto trabajo en una tienda de deportes”, afirma. También dedica su tiempo libre a salir con los amigos y practicar casi todos los deportes. “Suelo ir a hacer snowboard todos los inviernos ya que hace que me olvide de mis problemas”, expresa.
¿Por qué decidiste presentarte al Certamen de Mister Bizkaia?
En realidad, los que me empujaron para apuntarme fueron mi familia y la chica con la estaba. Me animaron mucho y les hacía ilusión.
¿Qué te ha aportado a nivel personal?
Ante todo, me ha enseñado a no tener miedo cuando eres el centro de atención. Siempre me ha gustado pasar desapercibido. Antes era algo tímido, en cambio, ahora entre las clases de la agencia y el tiempo que estás desfilando y te mira todo el mundo, me ha ayudado a perder la vergüenza.
¿Cómo te preparas para mantenerte en forma?
Como cualquier chico que va casi todos los días al gimnasio y le gusta hacer deporte. Una hora de entrenamiento y otras dos hablando (risas) pero lo fundamental ha sido que mi monitor me ha enseñado a cuidar mi alimentación, pesar cantidades…
¿Qué hubieras hecho en caso de ganar el concurso?
Lo primero sería dar las gracias a todas las personas que me apoyaron durante toda la preparación y también dedicárselo a una persona muy especial que ya no está con nosotros que es mi abuelo Ramón.
¿Qué opinas de la gente que se hace la cirugía estética para presentarse al Concurso?
Cada uno es libre de hacer lo que realmente quiera. Lo respeto pero no lo comparto. No sería muy gratificante conseguir el título de Mister sin un esfuerzo previo.
¿Crees que entre los participantes se hacen amigos o la gente sólo va a ganar?
Creo que sí se pueden hacer amigos. La relación que tuvimos entre todos fue muy buena. A uno de los candidatos le conocí en la agencia de modelos y aunque le veo muy poco, nos llevamos muy bien.
¿Cuál es tu punto fuerte y tu punto débil?
Lo que destacaría de mí, aunque todo es mejorable, es mi forma de ser y pensar. Soy muy extrovertido. Como punto débil todo lo demás.
¿Ligas más ahora?
La verdad es que no. Por presentarme a este certamen no pasas a ser una persona a la que se te tiren al cuello. Conozco a pocas personas más y es por el trabajo.
¿Alguna anécdota divertida que hayas vivido?
Bueno, no te da tiempo para muchas cosas. Intentas conocer a los compañeros y entre los nervios y las ganas de salir a la pasarela no te enteras de nada. Recuerdo que en Mister Euskadi fue curioso cuando estábamos ocho personas cambiándonos de ropa en cuatro metros cuadrados. Estábamos a codazos (risas). Parece mentira que no tuviéramos problemas. Lo único malo era el calor, que era insoportable.
¿Tienes intención de presentarte el año que viene?
Creo que con una vez es suficiente. No me planteaba ir a ganar. Quería conocer mundo y si ganaba pues bienvenida la banda. Lo malo de presentarme por segunda vez es que iría con ganas de ganar y con lo terco que soy, si luego no lo consigo, me llevaría mal rato.
¿Pero no te gustaría llegar a ser modelo profesional?
La verdad es que sí. Dedicarte a lo que te gusta es el sueño de todos, ¿no?. El cosquilleo que tienes en el estómago antes de salir a la pasarela es indescriptible. Es una sensación de entre miedo y ganas de enfrentarte a él, parecido a los minutos que pasas antes de realizar un examen.