Saborea un día grande
(EL CORREO 19-08-09)
EL CORREO sugiere un recorrido para chuparse los dedos por la ciudad en fiestas. Bares y restaurantes compiten estos días por enamorar los paladares más exigentes. ¿Nos acompañas?
Amanece un nuevo día de la Aste Nagusia en Bilbao para los que hayan disfrutado por la noche de una buena juerga y les apetezca deleitarse con un desayuno elegante. La terraza del Silken Gran Hotel Domine es una apuesta segura. «A la gente le encanta venir porque las vistas son espectaculares. Hay un gran contraste entre el museo Guggenheim y el monte», afirma Almudena Fraile, subdirectora del hotel. En el gran buffet, que tiene un precio de 18 euros, se puede encontrar todo tipo de frutas, batidos, zumos, champán francés, así como ensaladas, embutidos, repostería artesana, crêpes y huevos revueltos. «Hay una cocinera que prepara al momento lo que desee el cliente», asegura. Aquellos que no estén alojados en el hotel deben reservar con antelación el desayuno.
Pintxos especiales
Cuando llega la hora del aperitivo lo ideal es acercarse a uno de los bares tradicionales de la villa. La oferta de pintxos es casi infinita. Tomen Vds. como ejemplo el Bar Lepanto. Allí se pueden comer desde clásicos como una tortilla de patata o un bocadillo de jamón, hasta la sofisticada milhoja de patata con foie y aroma de setas. Cuentan con amplia barra en la que acostumbran a pasearse unos 200 pinchos de quince variedades distintas. El ‘Marijaia’ les ha valido el segundo premio en el Concurso de Pintxos sobre pan de Bilbao 2009. Atentos a la jugada: textura de bechamel con brick de hongos y crujiente de puerro al foie. «Es uno de los más creativos y se parece al símbolo de las fiestas», asegura el maître Manuel Orozco. También tienen el ‘Pagasarri’, campeón en este concurso en 2003, por su bacalao, hongos y salsa de pil-pil. Delicioso. «Es un local muy taurino y de gente del teatro. Cuando la plaza está llena es cuando mejor trabajamos», añade Orozco.
Otro lugar muy frecuentado a esta hora, es el Bar Tranvía. Pregunten por su ‘Trainera de Bonito’ o por el ‘Forofo Alegre’, que es un huevo relleno con bonito y tiras de alegría sobre un pan untado con guacamole. No se arrepentirán. «Pero también ponemos los típicos, como el huevo con langostino, el pulpo con cachelos y la tortilla de patata», afirma la jefa del local, Sonia Marronquín. ¡Ay, es empezar a salivar… y no parar!
Pero si lo que apetece es un «buen vermú» en el Bar Urdiña lo preparan de maravilla. Este bar familiar tiene tres variedades: dos blancos y uno rojo. «Además, lo que más se sirve son el cóctel Bloody Mary y el txakoli», señala Yolanda Ruiz, jefa del bar. También es obra suya el especial ‘Aste Nagusia’, que es una paletilla ibérica con seta al oporto, paté, mermelada de frambuesa y pan tostado. «Montamos alrededor de 400 por la mañana y otros tantos por la tarde», asegura. Se puede degustar txangurro de buey, nécoras, percebes, caracoles y los fines de semana, fuentes de rabas.
Para volverse loco
Tampoco el Café Iruña se quiere quedar atrás. Cuenta estos días de 12 a 16 horas con un invitado de excepción: un venenciador de las Bodegas de Osborne, venido desde el Puerto de Santa María y unas degustaciones de ‘La Gula del Norte’. Ahí es nada.
Se acerca la hora de la comida. ¡Como si no hubiéramos tenido bastante! El restaurante Etxanobe es ideal para darse una vuelta hasta el Palacio Euskalduna y disfrutar allí de una buena mesa. «El éxito es que nuestros clientes salgan satisfechos», destaca el cocinero Fernando Canales. Aunque en las fiestas se mantiene la carta de temporada, también incluyen platos típicos, como pimientos rellenos de bacalao y el rabo de buey estofado, un plato que atrae tanto a aficionados de los toros como a familias. Eso sí. «La lasaña de anchoas es lo que no se deben perder en las fiestas si vienen a nuestro restaurante», asegura. También han elaborado un cóctel de txakoli que es para volverse loco.
A media tarde, si uno no es de toros, un paseo hasta el Café Iruña… ¿Por qué no? Para merendar. «A las 19 horas se podrán comer unos pintxos morunos de cordero por 2.20 euros», afirma Marino Montero. El Café La Granja contará con sus típicos talos con chorizo, a partir de 2 euros. Los elabora a diario Aitor Aurrekoetxea.
Con tanto paseo ‘patrás y palante’ se acerca la hora de la cena. Un clásico de Bilbao que nunca falla es el Zortziko: tres menús especiales de 57, 65 y 78 euros, respectivamente. «Los platos que no faltan en fiestas son el bacalao, el estofado de rabo, las pochas de Sangüesa, los txipirones y los pescados de roca», señala Daniel García, al mando de lo fogones. «Es gratificante ver a la gente que viene a cenar después de pasar un día divertido. Esto es como un oasis de placer en medio del fragor de la Aste Nagusia».
Tras los fuegos artificiales, la naturaleza hace su selección natural. Los hay que pliegan velas y los hay también que prefieren prolongar la velada. Si eres de estos últimos… una copa en el El Embrujo de Bilbao, donde espera una barra rica en ginebra, vodka y una gran variedad de cervezas. Igor Ruiz, jefe de cocina, lo tiene claro: «Las fiestas se viven con ganas y hay bastante gente». La noche, no nos engañemos, empieza a hacer estragos. Sobre todo en el ecuador de la Aste Nagusia. Claro que siempre se puede volver a empezar desde el principio. ¿Alguien se anima?
«El rabo…lo bordamos»
En el Silken Gran Hotel Domine han elaborado un menú especial para cenar en la terraza por un importe de 115 euros. «Podrán degustar caviar Beluga con sorbete de vodka, terrina de foie, almejas de cuchillo, bogavante a la plancha o una buena chuleta a la plancha, todo ello regado con un reserva Campillo o champán francés. Queremos que sea una cena selecta y especial», señala la subdirectora Almudena Fraile.
En el Hotel Ercilla ofrecen una amplia oferta gastronómica para conocer «lo mejor de la cocina vasca». Su restaurante Bermeo es a la carta y tiene capacidad para un centenar de personas: «Lo más habitual son las pochas de rabo de toro pero también piden bacalao al pil-pil o merluza a la bilbaína», manifiesta José Luis Martínez Caballero, jefe de prensa. «El ambiente que se vive es taurino lleno de aficionados que nos visitan todo el año y de los bilbaínos que se suman a la fiesta».