Una luchadora en el exilio
La directora de teatro, Cristina Rota, participa en el Festival de las Letras Gutun Zuria
“No hay nada más digno que en los momentos de derrota afectiva o económica, tener en cuenta lo importante que son los valores. No hay que ir llorando ni derramar sangre, hay que luchar y seguir construyendo vida”. Con estas palabras, Cristina Rota, actriz y directora de teatro, dejaba claro cuál era el hilo conductor de su último libro ‘Diré que te recuerdo’, presentado en el Festival de las Letras Gutun Zuria celebrado en Bilbao.
Y es que la actriz recuerda que en el exilio, lo único que le mantuvo viva fue la certeza de saber que no tenía más opciones, tenía que seguir luchando y no cortar con su historia. En un momento, se llegó a preguntar para qué podía servir ella y se dio cuenta que después de hacer un recuento de sus experiencias vividas, le valió para reencontrarse a sí misma, con lo que tenía que pelear por las cosas que creía verdaderas. “Siempre uno tiene que luchar por la libertad aunque le valga la vida en ello”, sentencia.
Además, comentó cómo se forma una escuela de teatro, así como las dificultades que surgen en ella. “La enseñanza es una orientación y preserverancia aunque es difícil tener una escuela de teatro e inculcar a los alumnos que tienen que formar un grupo”, afirma. Lo primero que deben hacer los actores y actrices es asumir que todos son responsables de la tarea y no pensar de manera individual ya que un actor que participa en un grupo llegará más lejos. La Escuela de Teatro de Rota está unida a la Escuela de Cine donde se producen películas. “Lo interesante es que el alumno salga a escena desde el primer año y se enfrente al público”. El motivo por el que se quedó en España es para crear un Centro de Creación donde todos puedan vivir. Ella asegura que los actores consagrados ayudan al joven actor.
Después del “No a la guerra” se ha vapuleado mucho al teatro y a los actores. Es difícil trabajar en un país donde sus dirigentes políticos y la prensa se deshacen en críticas destructivas todo el tiempo. En lugar de apoyarlo, se critica a los actores, al teatro, al cine…
Juan Diego Botto, habló del tesón que ha tenido su madre en la vida para crear esta escuela de teatro. Un proyecto al que ha dedicado muchas horas de trabajo. “Al principio, la escuela estaba en el salón de nuestra casa y contaba con tan sólo diez alumnos y ahora está formada por trescientos”. Continúa diciendo que su madre, que ha traspasado su experiencia vital a la pedagogía, quiere actores comprometidos con el mundo. Generalmente cuando se produce una manifestación social, los actores están presentes y esta es una manera de vincularse con el mundo que viven. También elogia el amor que ha demostrado su madre, trabajando de carnicera, de actriz…para que no les faltara de nada a sus hijos.
El teatro ha estado en crisis prácticamente toda la vida pero esta situación se ha agravado desde hace diez años cuando se ha producido una depresión y una falta de pérdida de autoestima. La directora asegura que después del “No a la Guerra”, se ha vapuleado mucho a los actores y al teatro, en general.“Es difícil trabajar en un país donde sus dirigentes políticos y la prensa se deshacen en críticas destructivas todo el tiempo. En lugar de apoyarlo, se critica a los actores, al teatro, al cine…”.
Cristina Rota se refiere a la familia como una comunidad, donde para que todo salga fantástico, las tareas se hacen juntas y cada uno cumple su rol. “Cuando uno se pone victimista, se transmite el dolor y un adulto no puede hacer eso, hay que buscar el principio de placer”. Su hija, María Botto ha aprendido que el afecto en la familia es fundamental. Da mucha importancia a sus hermanos y haría cualquier cosa por ellos. “Si todos los seres humanos nos dejáramos de mirar el ombligo, seguramente nos adelantaríamos a los acontecimientos”. Así, criticaba que la gente no se da cuenta de las señales que nos mandan porque sólo se miran a sí mismos. “Antes de una dictadura hay cien mil señales”.
Trayectoria
Cristina Rota ha realizado más de 60 obras que avalan su labor profesional como directora y actriz. Desde1973 a1975 dirigió la Sala Planeta de Buenos Aires en Argentina. Como actriz, ha participado en más de 50.También, le otorgaron el Premio MAX al Mejor teatro alternativo. Además, ha trabajado como guionista, productora y escritora de Libros como “Los primeros pasos del actor” y “Diré que te recuerdo”. En este momento, dirige la Escuela de Arte Dramático, que lleva su nombre, y el Centro de Nuevos Creadores.